lunes, 30 de mayo de 2011

Funeraria Rubalcaba

Raras veces en la historía de la política de este país se ha conocido un intento de lograr un objetivo tan tenaz, intenso, esforzado y voluntarioso como el del PSOE por hacerse el haraquiri. Una vez hecha entrega de la daga a Rubalcaba, sólo falta ver en cuantos estómagos ajenos la clava para tratar de salvar el suyo. Ya se conocen tres, los de la ministra Chacón, la democracia interna y los principios progresistas del partido. Y puede que, a corto plazo, logre atenuar un tanto previsible el batacazo electoral, pero a la larga su designación es un error estratégico descomunal porque puede que las heridas internas que infliga con su daga cicatricen a la larga disciplina de partido mediante, pero la brecha que amenaza con abrirse con su electorado potencial parece más profunda e irremisible que la de la balsa de piedra de Saramago.

Pepinos indignados

La actitud del populista gobierno alemán hacia España comienza a ser intolerable: después de la visita de la señora Merkel para investirse de madrastra mala de nuestro Presidente, después de sus no solicitadas ni bienvenidas instrucciones sobre las revisiones salariales y después de los injustos y ridículos comentarios vertidos a raíz del suspuesto exceso de vacaciones de los españoles, toca ahora el turno a nuestra agricultura, a los pepinos. Es irresponsable verter sin pruebas según que tipo de acusaciones sobre un producto alimentario del que, como en todos los casos, depende el futuro de muchas familias, resulta indignante que cuando se sospecha de productos españoles se cite con nombre y apellidos a las empresas de las que supuestamiente podrían provenir los lotes infectados mientras que cuando vienen de Holanda se guarda el más respetuoso de los silencios, pero lo mas aberrante de todo es que cuando la lógica y las pruebas parecen indicar que el problema es del manipulado o del transporte, en cualquier caso con orígen en Alemania, ese antaño serio gobierno decida utilizar a España como excusa para tapar su propia ineficacia. Si finalmente se demuestra que el origen está en las empresas españolas, habrá que actuar con toda la contundencia posible, pero eso no modificará en absoluto el triste juicio del que se ha hecho acreedor el gobierno alemán con su lamentablemente demagógica actuación intolerable entre países civilizados, pero más aun entre socios comunitarios. Si tuviésemos un gobierno fuerte tal vez actuaríamos con la firmeza necesaria para lograr no sólo una disculpa, sino el necesario resarcimiento, pero como nuestro presidente hace tiempo que dejó de considerarse un presidente democrático para asumir el papel de proconsul de Alemania en nuestro país, sólo es esperable aguantar la indignación si se confirma el orígen en España o la humillación si finalmente es alemán. O a lo mejor nos disculpamos por dejar que nuestros pepinos se contaminen fuera de nuestras fronteras, que también puede ser. 
Este es un tema extraordinariamente serio, y lo es no porque pueda implicar a nuestro país sino porque uno de los principales socios de la unión europea ha actuado sin pruebas contra otro y con ello ha puesto en tela de juicio el sistema de alertas alimentarias que funciona en Europa y que lo hace bien. Es una lástima que las reglas de juego se vean nuevamente subordinadas al chauvinismo demagógico y arrogante de unos dirigentes irresponsables, es intolerable que en nuestras tan democráticas y occidentales sociedades siga habiendo espacio para que nuestros políticos recurran al más burdo y grosero populismo, pero más preocupante es que les funcione.

viernes, 27 de mayo de 2011

El baile de Chacón

Las interpretaciones de la decisión de la ministra Chacón de no presentarse a unas primarias son múltiples, a mi personalmente me parece un error porque no creo que darle la voz a los militantes debilite a un partido, porque no creo que el ejercicio de la democracia tenga cara y cruz y porque no creo que sea correcto abandonar un proyecto para salvaguardar aquello que necesariamente está llamado a sustituir con el tiempo. Es llamativo que alguien ofrezca una conferencia de prensa para renunciar a un objetivo que previamente no ha sido anunciado por el mismo medio, pero es más llamativo que alguien renuncie no porque compruebe que no tiene posibilidades de ganar, sino porque se evidencie que si las tiene, pero con todo lo más llamativo de este asunto es el propio discurso de la ministra, esos "quería" que enunció emotivamente, pero no por lo que dijo, que estuyvo bien en líneas generales, sino po lo que no dijo: ¿quería porque no lo hay o porque ya no va a haber?, ¿su renuncia lo es a encabezar el proyecto que esbozó o a que ese proyecto se ponga en práctica? Si realmente lanzó el mensaje de que el proyecto que abandere a partir de ahora su partido no será como el que ella esbozó, es algo en lo que no sólo merece la pena detenerse, sino que es bastante más trascendente que el mero hecho de que sea ella u otra persona quien lidere la travesía del desierto.
Recordemos:

"Quería encabezar un proyecto que recuperara y actualizara las señas de identidad de la socialdemocracia y aplicara la ambición de Igualdad y de Justicia en un contexto de crisis".
"(Quería un proyecto que) movilizara todas las energías del país para combatir el paro y, en particular, para combatir el desempleo de nuestros jóvenes, que les excluye del trabajo, que es uno de los derechos principales de ciudadanía". 
"Quería encabezar un proyecto que recuperara la dignidad y el prestigio de la política, tal y como nos han reclamado miles de ciudadanos en las urnas y también en la calle".
"Quería abrir espacios de participación, acreditar con hechos que la política democrática y la corrupción son radicalmente incompatibles".
"Quería encabezar un proyecto que afirmara nuestra visión de España, unida y plural".
"Que mejorara la cooperación y la colaboración entre CCAA, y quería hacerlo sin renunciar a mi identidad, catalana y española".
"Quería encabezar un proyecto que preservara los aciertos de la última década, los avances enormes alcanzados por las mujeres, por los homosexuales, por las personas dependientes...".
"Un proyecto que, a la vez, corrigiera los errores que hayamos cometido y de los que me considero tan responsable como el que más". 
"Un proyecto que integrara generaciones socialistas y no las enfrentara".
Si Rubalcaba, o quien sea, no asume esto, a este paso al final se va a cumplir el deseo de Esperanza Aguirre de ver una acampada de indignados en las puertas de la sede de Ferraz, pero no va a tener que tomarse la molestia de convocar a sus seguidores, sino que van a ser los propios militantes socialistas quienes se vean obligados, de una manera u otra, a expresar su profunda decepción ante un partido que sistemáticamente promete una cosa y hace otra muy distinta. El Secretario General prometió un proceso democrático de designación de su sucesor, y el PSOE les ofrece esta lamentable charlotada, lo que me recuerda lo que decía Chesterton, refiriendose a los escritores de cuentos, pero aplicable a cualquier otro ámbito, que no puedes invitar al lector a un baile para dejarlo abandonado en una cuneta, y tenía razón, o al menos debe parecerselo a los militantes socialistas que se han quedado compuestos y sin baile.

jueves, 26 de mayo de 2011

Las primarias secundarias y otras paradojas

Una de los errores que con más frecuencia se puede achacar a esta nuestra vituperada clase política es su falta de atención a lo paradójico y a los caminos que conducen a ella, como por ejemplo su convencimiento de que los argumentos son de usar y tirar y que, en consecuencia, se puede aplicar un razonamiento a una situación concreta y el opuesto a otra análoga. Resulta paradójico en este caso que quienes, haciendo gala de un escaso espíritu democrático, dicho sea de paso, temen a las primarias, proceso electoral, por cierto, y no monstruo mitológico, más que a una vara verde, sean quienes tienen a gala su inigualable democracia interna (un inciso: ¿no habíamos quedado en que a la democracia no le sentaban bien los apellidos?) De alguna manera están convencidos de que la puesta en práctica uno de los pocos aspectos de nuestra cosmética democrácia que realmente merece el calificativo democrático, un proceso electoral, debilita a quien las sufre, que la confrontación de ideas desgarra y que el debate divide. Extendamos entonces el razonamiento ampliando el universo de electores y concluyamos que las elecciones generales son un proceso dañino porque debilitan al estado, desgarran a la sociedad y dividen a las partes enfrentadas. Una soberana estupidez. Las primarias, como cualquier proceso libre y democrático, fortalecen a quien las convoca, independientemente de quien las gana.
Pero la aporía no acaba ahí, la elección es falsa, no existe dicotomía tal que obligue a elegir entre primarias y congreso, no son opciones diferentes para un mismo proceso sino que son conceptos independientes que nada tienen que ver y cuyos métodos y, sobre todo, cuyos objetivos son completamente diferentes. Es perfectamente razonable hacer ambas cosas: un congreso ahora para redefinir las políticas y cambiar a los dirigentes, para poner los pies en el suelo, vaya, y  posteriormente decidir el candidato mediante primarias, como ha dicho Simancas.
No soy, no he sido y con toda probabilidad no seré votante ni simpatizante del PSOE, pero no me apetece asistir a la inmolación de unas siglas históricas en la hoguera de las vanidades de sus irresponsables líderes, por lo que les recomiendo que se preocupen algo más de curar al enfermo y algo menos de decidir quien es el primero de entre los que llevan a hombros el ataud.

lunes, 23 de mayo de 2011

El hombre que mató a...

Como casi siempre, Ignacio Escolar tiene razón en su entrada del blog de hoy, se ha acabado el bipartidismo, pero lo ha hecho en favor de un monopartidismo que, sin tener tacha democrática y sin que se le pueda hacer reproche alguno desde ese punto de vista ya que es la libre decisión de los ciduadanos, es exactamente lo contrario de lo que en mi opinión necesitaba el país. El merecido hundimiento del PSOE, del que el PP saca más partido electoral que de su propio crecimiento, escaso en realidad aunque no por ello menos significativo, es sin duda el hecho capital de estas elecciones, algo que el presidente Zapatero llevará para siempre en su currículum y de cuyas dimensiones si acaso será consciente cuando, abandonadas las responsabilidades de Gobierno, regrese a la realidad. O sea, probablemente nunca, que los viajes tan largos y difíciles suele dar pereza iniciarlos, sobre todo pudiendo quedarse a vivir confortablemente en el país de nunca jamás. La subida de los partidos minoritarios no es tan pronunciada como yo personalmente esperaba, pero es el único dato positivo de las elecciones.
La incidencia del movimiento 15M y su petición de regeneración democrática ha sido, desde un punto de vista electoral, prácticamente irrelevante, sólo hay que echar un vistazo a los resultados, y lo ha sido pese a la subida de fuerzas que en parte coinciden con ese discurso, especialmente en lo referido a la Ley Electoral, pero no sólo, como puedan ser IU y UPyD porque desde mi humilde y probablemente equivocado punto de vista los miembros del colectivo 15M han cometido un error estratégico notable porque en primer lugar han capitalizado una parte muy vistosa pero no por ello menos minoritaria del descontento y el hartazgo que reinan en este país que sólo coinciden con los impulsores del movimiento en eso, en el descontento y el hartazgo, lo que no es suficiente para general un movimiento ciudadano real. Pero sobre todo y muy especialmente porque los organizadores no han sido conscientes ni de sus dimensiones reales ni de su capacidad de influencia. Por llamativa que sea una concentración, arrogarse la soberania popular y la titularidad del espacio público es, además de una imperdonable arrogancia, una muestra de déficit de aquello que dicen defender: espíritu democrático. Estuve el sábado en Sol y no puedo decir que me entusiasmara lo que ví, un espectáculo ilusionante en la superficie, pero inconsistente en el fondo. Si realmente quieren cambiar algo, lo que deben de hacer, lo que debían haber hecho desde el principio, es la labor que ahora anuncian de difusión de su mensaje por los barrios, crear un estado de opinión favorable primero y movilizarse después, que todo el que les sigue sepa lo que está siguiendo, que es exactamente lo contrario de lo que han hecho. Hay que convencer primero, tener una base social, y movilizarse después. Tratar de hacer política al calor de la manifestación y el descontento y no a consecuencia de la argumentación y el debate (con la sociedad, no endogámico) no es regeneración democrática sino, y que me perdonen porque sigo identificandome con muchas de sus reivindicaciones (que eran mías, como de tantos otros, mucho antes del 15M y por tanto antes que suyas), populismo. Tienen ahora la oportunidad de hacer las cosas como se debe, desde la humildad de la asunción de su verdadera dimensión y basándose en el propio entusiasmo más que en la decepción ajena, esperemos que sean capaces de hacerlo y ayuden a la implantación en la sociedad del debate necesario.
Finalmente, el mensaje de la sociedad está claro, a mi entender. Mucha gente en el PSOE cabe esperar que dediquen un cierto tiempo a rasgarse concienzudamente las vestiduras ante el hecho, aparentemente innegable, de que el electorado les ha vuelto la espalda. Pero no ha sido así, el electorado en realidad ha hecho exactamente lo que el Gobierno les ha transmitido: su mensaje de que no hay otra salida que los recortes sociales y la aplicación de políticas neoliberales ha calado profundamente en la sociedad, hasta el punto de que  los ciudadanos han hecho tanto caso al presidente Zapatero que han decidido dar un espaldarazo a sus políticas por encima de sus propias inclinaciones personales, eligiendo para ponerlas en práctica a quienes las saben aplicar, que para eso se las creen y probablemente lo hagan mejor. Lo hacen mejor, de hecho. Este es el triste legado de la gestión de Zapatero, el sacrificio de sus supuestos ideales y principios y aun de su propio partido y por supuesto de las ilusiones de sus votantes en el altar de su inabarcable arrogancia y su incapacidad. Hay pese a todo otro camino, uno que no sacrifica los derechos sociales de los ciudadanos en aras de los balances de los bancos y la insaciable voracidad de los mercados, espero que tarde o temprano, una vez amortizado este pato no por muy cojo menos dañino, llegue alguien a este partido histórico hoy perdido en sus propias contradicciones y transite por él, no estarán solos si lo intentan, hay gente que lo recorre a diario desde hace mucho tiempo.

viernes, 20 de mayo de 2011

Más 15M

La conspiranoia debe ser como el sacerdocio: imprime carácter, sólo eso explica que haya quien defiende algo tan absurdo como que el movimiento del 15M está inspirado/organizado por Rubalcaba. A no ser que haya ahora quien considera que Rubalcaba tiene entre sus objetivos hundir al PSOE, algo poco plausible, porque si a alguien perjudica este movimiento, electoralmente hablando, en buena lógica debería ser al partido socialista, y aun ni siquiera eso está del todo claro.
Pero no es la cómica actuación de los que tras todo lo que no entienden o no les gusta ven la alargada sombra de Rubalcaba, lo que resulta más patético de entre las reacciones a este movimiento, lo que sin duda resulta más ridículo e irritante es la argumentación paternalista de la Junta Electoral Central acerca de la capacidad de los votantes para decidir en libertad. Si tenemos derecho a voto es que somos legalmente adultos y eso, además de darnos capacidad de obtener el carnet de conducir, debería decir también algo sobre nuestra capacidad de decidir, sobre nuestra independencia de criterio y en general sobre nuestra inteligencia y madurez. Yo no pienso cambiar el sentido de mi voto porque uno, mil, diezmil o 10 millones de ciudadanos tan libres como yo se manifiesten en Sol o en el portal de mi casa, tres días antes de unas elecciones. El momento en el que elija la papeleta y la deposite en la urna depende sólo de mi voluntad y no hay manera de que la ejerza de otro modo que desde la libertad. Entiendo que la Junta deba aplicar la ley, entiendo también que esa ley debe ser revisada como toda la política electoral del Estado, pero no le tolero a la JEC ni a nadie que insulte mi inteligencia como votante y como ciudadano insinuando que mi decisión es susceptible a presiones de manifestaciones multitudinarias. La decisión de los ciudadanos depende, o así debe ser, de la contundencia de los argumentos y de su propio razonamiento frente a las propuestas que le llegan, una idea brillante puede decantar el sentido del voto de un ciudadano sea dicha por una sola persona o por miles de ellas, y una absurda o populista no debería tener esa capacidad independientemente del número de defensores que tenga. De forma que no debe preocuparse la Junta Electoral, si en algo influye la concentrración de Sol en los ciudadanos es en que es posible que alguno considere que tienen razón y, democrática y libremente y no por miedo o mediante engaños, obre en consecuencia. En cualquier caso imagino que los organizadores agradecerán a los magistrados la propaganda gratuita que les supone su prohibición. Cosa diferente sería que se manifestaran ante las sedes de los partidos o ante los colegios electorales, cosa diferente sería que trataran de intimidar a alguien para que cambiasen su voto mediante la violencia, cosa diferente sería que pidieran el voto para algún partido, pero mientras se limiten a lanzar ideas y proponer debates, prohibirlos es ridículo.
En cualquier caso, consigno aquí las propuestas concretas de Democracia Real Ya que he encontrado en la web, propuestas en general perfectamente asumibles (no todas, alguna creo que tiene un ligero tinte demagógico) y algunas de ellas hasta diría que básicas e irrenunciables para cualquier demócrata:

Propuestas

Estas son algunas de las medidas que, en cuanto ciudadanos, consideramos esenciales para la regeneración de nuestro sistema político y económico. ¡Opina sobre las mismas y propón las tuyas en el foro!
1. ELIMINACIÓN DE LOS PRIVILEGIOS DE LA CLASE POLÍTICA:
  • Control estricto del absentismo de los cargos electos en sus respectivos puestos. Sanciones específicas por dejación de funciones.
  • Supresión de los privilegios en el pago de impuestos, los años de cotización y el monto de las pensiones. Equiparación del salario de los representantes electos al salario medio español más las dietas necesarias indispensables para el ejercicio de sus funciones.
  • Eliminación de la inmunidad asociada al cargo. Imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.
  • Publicación obligatoria del patrimonio de todos los cargos públicos.
  • Reducción de los cargos de libre designación.

2. CONTRA EL DESEMPLEO:
  • Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%).
  • Jubilación a los 65 y ningún aumento de la edad de jubilación hasta acabar con el desempleo juvenil.
  • Bonificaciones para aquellas empresas con menos de un 10% de contratación temporal.
  • Seguridad en el empleo: imposibilidad de despidos colectivos o por causas objetivas en las grandes empresas mientras haya beneficios, fiscalización a las grandes empresas para asegurar que no cubren con trabajadores temporales empleos que podrían ser fijos.
  • Restablecimiento del subsidio de 426€ para todos los parados de larga duración.

3. DERECHO A LA VIVIENDA:
  • Expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock que no se han vendido para colocarlas en el mercado en régimen de alquiler protegido.
  • Ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos.
  • Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas.

4. SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD:
  • Supresión de gastos inútiles en las Administraciones Públicas y establecimiento de un control independiente de presupuestos y gastos.
  • Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera.
  • Contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, los grupos de desdoble y los grupos de apoyo.
  • Reducción del coste de matrícula en toda la educación universitaria, equiparando el precio de los posgrados al de los grados.
  • Financiación pública de la investigación para garantizar su independencia.
  • Transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible: restablecimiento de los trenes que se están sustituyendo por el AVE con los precios originarios, abaratamiento de los abonos de transporte, restricción del tráfico rodado privado en el centro de las ciudades, construcción de carriles bici.
  • Recursos sociales locales: aplicación efectiva de la Ley de Dependencia, redes de cuidadores locales municipales, servicios locales de mediación y tutelaje.

5. CONTROL DE LAS ENTIDADES BANCARIAS:
  • Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social.
  • Elevación de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gestión.
  • Devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado.
  • Prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales.
  • Regulación de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria.

6. FISCALIDAD:
  • Aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias.
  • Eliminación de las SICAV.
  • Recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio.
  • Control real y efectivo del fraude fiscal y de la fuga de capitales a paraísos fiscales.
  • Promoción a nivel internacional de la adopción de una tasa a las transacciones internacionales (tasa Tobin).

7. LIBERTADES CIUDADANAS Y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:
  • No al control de internet. Abolición de la Ley Sinde.
  • Protección de la libertad de información y del periodismo de investigación.
  • Referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos.
  • Referéndums obligatorios para toda introducción de medidas dictadas desde la Unión Europea.
  • Modificación de la Ley Electoral para garantizar un sistema auténticamente representativo y proporcional que no discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social, donde el voto en blanco y el voto nulo también tengan su representación en el legislativo.
  • Independencia del Poder Judicial: reforma de la figura del Ministerio Fiscal para garantizar su independencia, no al nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo.
  • Establecimiento de mecanismos efectivos que garanticen la democracia interna en los partidos políticos.

8. REDUCCIÓN DEL GASTO MILITAR

 

jueves, 19 de mayo de 2011

Movimiento 15M

Igual que mayo del 68 me pilló demasiado joven, tanto que no habia nacido, el movimiento 15M me debe pillar demasiado viejo, o demasiado aburguesado que a estos efectos viene siendo lo mismo, pero lo cierto es que, gozando como gozan sus reivindicaciones de mis simpatías, hay algunos aspectos que no logro ver claros y sobre los que merece la pena detenerse. 
En primer lugar me irrita que presenten las ideas recogidas en su manifiesto, que, por cierto, podría estar mejor escrito, como algo original, que se lancen a la calle como si hubiesen inventado algo cuando somos muchos los que hace muchos años venimos luchando en este país por reformas en la línea de la democracia radical en la que parece inscribirse este movimiento. Que los partidos mayoritarios no recojan en sus programas y su acción de gobierno estas reivindicaciones no significa que no existan y si se hubieran tomado la molestia de leerse los programas de los partidos minoritarios, incluso extraparlamentarios, e implicarse en ellos, tal vez no habríamos llegado al punto de que esta manifestación sea necesaria. No se puede clamar contra el bipartidismo e ignorar a la vez al resto de partidos, no se puede identificar a PSOE y PP con el sistema, no se puede limitarse a denunciar el problema, algo muy español, epecialmente si es a gritos y en la cafetería, y no tratar de formar parte de la solución. Tengo entendido que desde este movimiento se pide que no se vote a PP ni PSOE, no que no se vote a secas, y eso está bien, pero no se trata sólo de votar, se trata de implicarse y trabajar. 
En segundo lugar, estos problemas no son nuevos, no han surgido en los días previos a las elecciones ni tan siquiera han venido con la crisis. El déficit democrático de nuestro sistema es un vicio de orígen pero las reivindicaciones en ese sentido siempre las hemos sostenido desde partidos o asociaciones cívicas minoritarias sin que se viera por allí a esta marea humana dispuesta a luchar por cambiar las cosas. Bienvenidos sean, pero que este movimiento surja precísamente ahora hace sospechar que los indignados no quieren realmente cambiar la sociedad ni el sistema, sino que más bien quieren, legítima y comprensiblemente, cambiar su situación personal o el resultado de las elecciones. Eso, que me perdonen los acampados, puede ser digno de aplauso, pero es ridículo calificarlo de revolucionario.
En tercer lugar parece ser que dentro del amplio y heterodoxo grupo que se manifiesta en diversas ciudades, especialmente en la Puerta del Sol de Madrid, hay grupúsculos minoritarios que enturbian el tono pacífico general y utilizan la violencia, en particular contra los medios de comunicación. Bien haría la mayoría en denunciar públicamente estos comportamientos y en respetar escrupulosamente la libertad de información, porque la democracia es una meta que sólo se alcanza por un camino, sin atajos, y es la libertad.
Y por último no es cierto que haya una entidad demoniaca llamada "clase política" que sea culpable de todos nuestros males, el déficit democrático del sistema es, como su propio nombre indica, del sistema y podría ser solucionado perfectamente desde dentro si los ciudadanos votásemos mayoritariamente a las opciones políticas que defienden los cambios necesarios. Pero no es así, nuestra sociedad civil tiene exactamente los representantes que merece porque tiene a los representantes que ella elige. Y son malos, sí, son mediocres, pero lo son porque se lo permitimos. Independientemente del ruído que logren hacer los indignados, que es muy bueno porque consiguen que se hable de cosas de las que hay que hablar, en las próximas elecciones ganarán los de siempre, con el mínimo cambio en el producto que implica el cambio en el orden de los factores, y no será así porque no pueda ser de otra manera, sino por nuestra libre y soberana decisión. Por más que parezca lo contrario no hay entre los políticos más corrupción ni menos compromiso que entre cualquier otro sector, si acaso hay menos de lo primero y más de lo segundo que en el común de los ciudadanos en una sociedad en la que la virtud cívica es un concepto ignoto.  Es cómodo tener un culpable, un enemigo, pero para cambiar algo hay que empezar por no eludir la responsabilidad propia y no cargar en los demas la culpa por lo que nosotros mismos no hemos hecho.
Este movimiento será el embrión de algo importante si su compromiso es firme y permanente, si no se trata sólo de cambiar el resultado de unas elecciones sino de cambiar una sociedad. Este movimiento será digno de aplauso si su voluntad no acaba en el grito, la denuncia y el desahogo sino que se compromete con los cambios que reclama y trabaja por ellos. De lo contrario no será más que otro brindis al sol, ilusionante y multitudinario tal vez, pero brindis al sol al fin y al cabo. Y muchos brindaremos con ellos, pero sería trágico que nos quedáramos en eso. Ojalá al final de este proceso en lugar de un brindis al sol podamos regalarnos un brindis en Sol por todo lo conseguido.

jueves, 12 de mayo de 2011

Ni Schengen

Pocas cosas le sientan peor a un sueño que la realidad, desconozco el porqué pero el nacimiento a la vida de los sueños largamente gestados suelen tener más que ver con Frankestein que con un parto normal, eutócico, y desde luego el de un espacio común europeo, ése que imaginábamos como el triunfo de la libertad, del estado del bienestar y de los valores inherentes a la democracia y el civismo no es desde luego una excepción. Asistimos de un tiempo a esta parte a una aparentemente inexorable senda retrógrada en cuanto nos viene de Europa, parece que cuanto más se acerca el nombre a lo que deseamos, Unión Europea, más se aleja en realidad y se aproxima a aquellas denominaciones originales de Comunidad Económica Europea o Mercado Común, porque no es desde luego una Europa Social ni una Europa de los Ciudadanos sino una Europa de los Mercados lo que estamos construyendo. Pese a todo, como demostración empírica de la Ley de Murphy aplicada a la política, incluso en un escenario desalentador siempre puede aparecer algo que puede ir peor y lo hace, y en este caso creo que ni el más pesimista de los europesitas decepcionados podía imaginarse que iba a asistir al renacimiento de las fronteras interiores como ha anunciado Dinamarca y proponen, con matices, Francia e Italia. Schengen no es toda la UE, pero es o debería ser un requisito imprescindible para formar parte de ella y si hasta ese espejismo de libertad y de compromiso con los ciudadanos nos van a hurtar más valdría que se dejaran de hipocresías y retomaran su vocación inicial adoptando una denominación realista como Unión de los Mercados Europeos.

lunes, 9 de mayo de 2011

Otro falso debate

Lo más llamativo del debate de anoche entre los candidatos de PP, PSOE e IU a la Comunidad de Madrid no fue el formato (), y eso que este, especialmente diseñado para proteger a la Presidenta Aguirre, que para eso jugaba en casa, era, lamémosle así, original. Lo más llamativo fue la renuncia de los candidatos a debatir, algo que no sé porque considero llamativo porque viene siendo costumbre en los últimos años, y su predisposición a la superposición de monólogos en los que se limitaban a exponer las líneas maestras de sus programas salpicada con alguna que otra alusión, generalmente gruesa, al contrincante. 
El candidato de IU, Gregorio Gordo, fue sin duda el que más propuestas aportó, pero lo hizo con tal condensación y con tan escaso dominio del arte de hablar en público que dio la sensación de que se limitaba a leer, y digo leer,  lo que llevaba escrito. Estuvo mejor en su confrontación con Tomás Gómez que en la previa con Esperanza Aguirre, y hay que reconocer que al primero le dijo cosas francamente interesantes y trató de marcar las distancias con él, pero en general no estuvo muy brillante. Tomás Gómez, por el contrario, estuvo mucho mejor frente a la señora Aguirre que frente al señor Gordo, porque frente a éste se limito a aplicar la tradicional táctica socialista de resaltar la coincidencia para arañar votantes mediante lo que se ha dado en conocer como el abrazo del oso, solo que tan zalamero estuvo en esta ocasión en hablar de lo que les une y tan renuente a la hora de contestar a lo que le planteaba el candidato de IU, a quien en realidad no dio respuesta a una sola cuestión, que más bien se trató en este caso del abrazo del oso Yogui. Sin embargo se creció frente a la presidenta y, dentro de ese irritante tono vacuo que tanto gusta entre los líderes socialistas a imagen y semejanza del que usa el Presidente del Gobierno, hay que reconocer que no estuvo mal. Le planteó varias cuestiones que la presidenta esquivo más ignorándolas que por habilidad dialéctica y que merecían sin duda contestación. Unas por su trascendencia política (le acuso de devolver 200 millones de euros al Ministerio de Trabajo sin haber sido capaz de aplicarlos a aquello para que se le concedieron, el fomento del empleo) y otras por la personal (no comprendo que no se defendiera, aunque fuera por vergüenza torera, cuando el candidato Gómez la acusó de insultar a las instituciones y de instrumentalizar el dolor de las víctimas).
La presidenta por su parte fue víctima, lo que es meritorio, del sistema diseñado para protegerla, ya que en su segunda intervención me atrevería a asegurar que más de la mitad del tiempo repitió palabra por palabra lo que había dicho ya en la primera, lo que trasladó una cierta imagen de incosistencia. De inconsistencia intelectual, me refiero, porque sin duda para sus afines, seguidores de la escuela tautológica que llevara Aznar hasta la nausea, sin duda es señal de consistencia política: decir pocas cosas pero muy claras y muchas veces. A mi, debo ser un anticuado, no me parece de recibo ir a un debate con seis u ocho monólogos aprendidos de memoria y dos o tres esquemas a todo color y actuar con completa independencia de lo que se diga en el transcurso del debate, no contestar a lo que se plantea y escudarse en cifras que los demás rebaten. De cara al ciudadano resulta desconsolador comprobar como una vez más en un debate no se usan argumentos contrapuestos para defender las ideas de cada uno, sino datos cuya existencia a la vez es imposible por contradictoria, esto es, o ha aumentado en número de camas, médicos y enfermeras, o ha disminuído, y eso es un dato que debiera ser contrastable y respecto al cual no cabe mentira alguna. Porque si uno dice que hay 3000 médicos más y otro que hay 100 menos, no se trata de matices ni de interpretaciones sutilmente diferentes, se trata de que necesariamente alguien miente y los ciudadanos no tenemos posibilidad de saber quien ni, por consiguiente, cual es la verdad. Y merecemos saberla, aunque sólo sea por el mínimo de respeto exigible.

viernes, 6 de mayo de 2011

La victoría postuma del difunto infame

Pensando sobre el tema, que es el arma que nos queda a los que ni somos SEALS ni tenemos mando sobre ellos o similares, creo haber descubierto una de las razones por las que el gobierno de EE.UU. no quiere mostrar la foto del infame difunto Bin Laden. Dado que con su muerte ha conseguido que las democracias occidentales abjuren de algunos de sus principios fundacionales y renuncien a su esencia misma, a saber, justificando la tortura, aplaudiendo los asesinatos extrajudiciales o asumiendo que es legítimo disparar o incluso abatir a los familiares (mujer y los hijos) desarmados del objetivo, no es descartable que el terrorista luciera unos centímetros por debajo del llamativo agujero de bala de su entrecejo una socarrona, evidente y de poco resomendable difusión sonrisa ya que la inaceptable operación ordenada por el señor Obama ha constituido a la postre la que probablemente haya sido la mayor, o mejor dicho la única, victoria propagandística de Al Qaeda sobre occidente.






































martes, 3 de mayo de 2011

Los atajos inaceptables

En días en los que no hay cauce para tanto río de tinta, resulta difícil elegir un tema del que hablar entre los que han llamado mi atención por algo más que por alimentar la incipiente vena misantrópica que la actualidad me provoca. De hecho últimamente si hay algo que predomina en este blog es el silencio, no un silencio indiferente,sino uno indignado, pero silencio al fin y al cabo. Sin embargo, especialmente en días como este, hay cosas que decir, ¿cómo no iba a haberlas si las reglas del juego que uno inocentemente había aceptado como democráticas toda la vida resulta que no sólo no son ya respetadas como tales, sino que se desprecian y se atacan como enemigas de la democracia misma? 
Pues sí, los asesinatos selectivos, por despreciable y miserable que sea el asesinado, y Bin Laden no podría serlo más, no son dignos de una democracia que si se caracteriza por algo es, o debe ser, por su respeto exquisito y extremado a la ley y al comportamiento éticamente aceptable que se supone nos define y que se resume con una sencilla frase: el fin no justifica los medios. Una democracia a sus enemigos los debe detener, juzgar y condenar con arreglo a sus leyes, y si en el proceso de detención resulta que el criminal es abatido porque se defiende con violencia o lo que fuere, pues se acepta como es y se lamenta el no poder demostrar que somos mejores que ellos (y si lo somos es básicamente porque no asesinamos, no nos vengamos y no actuamos sino en base a la ley) juzgándole, pero si el objetivo único y declarado es el asesinato, si no reconocemos más ley que la del Talión ni más camino que el atajo, entonces no somos merecedores de la superioridad moral que justifica lo que se ha dado en llamar guerra contra el terrorismo o incluso la pervivencia del sistema mismo. Cuanto más despreciable, más abyecto es el criminal más necesario es el juicio justo, el espectáculo de juzgar a un criminal no es muestra de debilidad, sino de fortaleza democrática y para los ciudadanos de una democracia, especialmente para las víctimas, debería resultar tan emocinante la contemplación de la acción de la justicia que cuando ésta se les sustrajese para sustituirla por la de la procesión de un simple féretro o la noticia de éste, lejos de aplaudir acríticamente deberían criticar indignados que se les haya hurtado el derecho a la justicia en el mezquino nombre de la primaria venganza. El hecho de que prácticamente nadie (salvo tal vez el cada vez más imprescindible Escolar) haya sentido la necesidad de alzar la voz para decir cosas como esta dice muy poco de nosotros como sociedad, que Estados Unidos haya actuado como lo ha hecho es malo, aunque esperable, pero que en Europa y singularmente en España lo aplaudamos como la quintaesencia de la ética democrática es sencillamente repugnante. Bin Laden no me inspira el menor asomo de lástima o compasión, es nuestra sociedad con sus principios en almoneda la que desgraciadamente me provoca una pena infinita.
Y es tan fácil de comprender como hacer el ejercicio de cambiar el nombre del miserable ejecutado por el más doméstico de alguno de nuestros no menos miserables  terroristas para entender que es un comportamiento inaceptable, porque si se denuncia como inadmisible, que lo es, dar un chivatazo a un terrorista para evitar que lo detengan, tanto más lo será pegarle sin más un tiro en la cabeza. Al menos casi todos en España parecíamos estar de acuerdo en que cosas como el GAL eran terrorismo de estado, no un nuevo modelo de guerra o sandez semejante.
Hablando de nuestros miserables, he leído que hay a quien le indigna que haya 6 jueces que votan en contra de la ilegalización de las listas de Bildu, como también hay a quien le indigna que haya nueve que voten lo contrario. Yo no tengo ni la preparación ni los datos suficientes como para saber a ciencia cierta si lo uno o lo otro es lo que procede (porque la justicia evidentemente debe dejar de lado las preferencias personales), por eso a mi me indignan ambas cosas a la vez, que haya seis y que haya nueve al mismo tiempo. Es cierto que el derecho no es lo que se dice una ciencia exacta, que siempre debe haber un cierto margen para la interpretación, eso lo entiendo y lo asumo, pero ese cierto margen no vale para una cosa y su contraria, no vale para todo. Independientemente de su pertinencia o no, que no es cosa que competa a los jueces del Supremo, la ley de partidos vigente no es especialmente ambigua, lo que dice lo dice con suficiente claridad como para que las decisiones dependan en exclusiva de las pruebas presentadas, o así debe ser, de modo que de la misma forma que nadie entendería que reunidos 16 de los mejores oncólogos de un país para valorar una determinada historia clínica, nueve opinaran que no es cáncer, seis que sí y uno que no sabe, no contesta, debiera mostrarse con semejante claridad el rechazo a que la justicia haga lo propio en los asuntos de su competencia. Si las pruebas son suficientes, todos los jueces deben actuar en un sentido y si no lo son o no son meridianamente claras (no olvidemos que el nuestro es, afortunadamente, un sistema garantista), deben actuar en el otro, no deberían los magistrados obligarnos a hacer un esfuerzo de imaginación para diferenciar las deliberaciones de la sala 61 del supremo de las charlas de cafetería, la argumentación fundamentada de la pura y simple opinión.