miércoles, 28 de enero de 2009

La de Proust desde luego no es

No es el acento...

- "Si la borrasca cambió de una forma impredecible, no la pueden predecir. Pero si no la predicen los que la tienen que predecir, ¿cómo piensan ustedes que la vamos a predecir aquellos que estamos esperando la predicción?"

- "Que cada palo aguante su vela, pero yo no soy -como dijo Sofía Mazagatos- el candelabro de todas las velas. Soy el soporte de las velas de las competencias de Fomento"

- "No voy a asumir culpas de otros o de otras, por mucho que ustedes me griten, me insulten y me quieran hacer responsable de todo lo que pasa en el mundo mundial"

... sino la exuberante oratoria

martes, 27 de enero de 2009

Transparencia de incógnito

Cuando el Gobierno anunció su plan de ayuda a los municipios de 8.000 millones de euros, se le criticó la cuantía por escasa, pero ahora, en un ejercicio inaudito en nuestro país e incluso diría en nuestro planeta, la oposición se indigna y exige que las obras financiadas con ese plan ¡se hagan de incógnito!, no vaya a ser que alguien vea un cartel y deje de pensar que el Gobierno no hace nada, como nos intentan hacer creer. Evidentemente el Gobierno está haciendo muchas cosas, y lo que se debería criticar es que muchas de ellas las están haciendo mal, no que en cada obra se ponga un cartel informativo como por lo demás se hace en todas las obras públicas del país y se debe hacer para que los ciudadanos tengamos in situ información de lo que se hace con nuestro dinero.

lunes, 26 de enero de 2009

Latín

El planteamiento periodístico en virtud al cual se titula que se ha revocado la excomunión a un obispo que niega el holocausto, podría llevar al error de creer que fue excomulgado por haberlo negado, cuando nada hay más lejos de la realidad, para Juan Pablo II negar la evidencia de los 6 millones de muertos y la cámara de gas no tuvo el menor peso en su decisión, como no lo ha tenido ahora en Benedicto XVI para revocarla. Dar las misas en latín y ser fiel a la tradición de la liturgia, no aceptar el concilio Vaticano II, sí. Es de un valor pedagógico impagable que, mediante decisiones como esta, la curia vaticana muestre al mundo clara y descarnadamente su sistema de valores, y no estará de más que la próxima vez que la iglesia católica trate de presentarse a la sociedad como garante del derecho a la vida, alguien le recuerde su indigno comportamiento en el caso de este obispo.
En otro orden de cosas, en una larga entrevista concedida este fin de semana por Esperanza Aguirre al periódico ABC, esgrimía como argumento supuestamente exculpatorio en relación a las informaciones sobre supuestos espionajes a líderes políticos en la Comunidad de Madrid, la máxima latina cui prodest. En una reducción simplista intelectualmente indigna, supone la Presidenta que el culpable debe ser necesariamente aquel a quien beneficia el caso, y digo yo, puestos a aceptar como válido el razonamiento, ¿no sería más lógico preguntarse a quién beneficiaba la trama que a quién beneficia su difusión? Porque si alguien urdió semejante trama, podemos dar por supuesto que su difusión en los medios no entraba en sus planes. Así que mejor seamos serios y respetemos la presunción de inocencia de todos los probables implicados y dejemos que la justicia actúe sin tratar de obtener reditos políticos, si según la Presidenta es inaceptable que se acuse a su gobierno sin pruebas, que lo es, ¿como de inaceptable no será culpar a la oposición sin más prueba que el cui prodest?, por muy pintón que quede soltar expresiones latinas en una entrevista.

viernes, 23 de enero de 2009

Madrid espía, o el realismo paranoide

Parece que Madrid va a ser uno de los pocos lugares del mundo donde se cumpla esa máxima de película de Hollywood según la cual la paranoia no es más que un estado de ánimo de especial percepción, "si piensas que alguien te espía es porque alguien te espía", creo recordar que decía Mel Gibson en una de esas películas de antihéroes solitarios que con la ayuda de la chica (Julia Roberts) triunfan sobre el mal tan del gusto de aquel país. Conspiración, creo que se llamaba. Eso queda bien en según que películas y dice mucho de la idiosincrasia del estadounidense medio, pero era algo inédito en nuestro país hasta que esta película patria con guión de serie b pero taquillazo de superproducción se estrenó en la Comunidad que preside Esperanza Aguirre, donde se instala el estado de opinión según el cual todos espían a todos y aquel de quien no circule un dossier no es nadie a tener en cuenta. Si es usted político, milita en el PP y está radicado en la capital de España, le aconsejo que encargue usted mismo su propio dossier sobre su persona y, posteriormente, lo filtre, de lo contrario nadie le tomará en serio.
Sobre el caso en sí mismo habrá tiempo de opinar cuando se sepan cosas en firme, pero hay algo extrajudicial digno de comentario, la facilidad con que los diferentes líderes políticos, implicados directamente o no, se han lanzado a sus respectivas yugulares, preventivamente podríamos decir, Gallardón contra la de Aguirre y viceversa, González contra Gallardón, Pons contra el Ministerio del Interior (¿?), Zapatero contra Génova, Rajoy contra... esto no lo sabría decir muy bien, ¿qué es lo que ha dicho Rajoy exactamente? ¿Que habría pasado si en lugar de estas informaciones plagadas de claroscuros y sobrentendidos se hubiese publicado algo con cierta enjundia probatoria contra alguien concreto? ¿Cómo de grandilocuentes habrían sido entonces las declaraciones de nuestros insignes líderes? Porque hasta ahora sabemos a ciencia cierta que se ha cometido algún delito, pero es difícil saber concretamente quien o quienes son los responsables.
Obama dijo en su discurso de investidura algo digno de todo aplauso, una única frase que destruía toda la herencia política de su antecesor con elegancia y sencillez, "rechazamos como falso que haya que elegir entre nuestra seguridad y nuestros ideales". Eso es lo exigible a un político democrático en pleno siglo XXI, y es triste comprobar como aquí hay quien sacrifica sin dudar nuestros ideales democráticos, empezando por la presunción de inocencia, ese derecho cuya presencia en política podría calificarse de espectral (existe como un rumor que todos han oido, pero prácticamente nadie parece ser capaz de verla), no en el altar de la seguridad, sino en el de sus propios intereses personales y/o tribales.
El caso del espionaje probablemente será muy grave cuando se sepa de lo que hablamos, el lamentable espectáculo de declaraciones todos contra todos que estamos viviendo ya lo es.

jueves, 22 de enero de 2009

Dos miradas

En primer lugar debo pedir disculpas por ceder a un acaloramiento momentaneo y anunciar el cierre del blog sin haberlo meditado suficientemente. Estar desencantado de la política no es motivo suficiente para dejar de participar, aunque sea tangencialmente, en ella, sino que más bien debería suponer un incentivo. Hay que intentar cambiar lo que no gusta, en lugar de indignarse en silencio.
Y dicho esto, quisiera volver sobre alguno de los temas llamativos que aparecen estos días en prensa, como es el extraño caso de espionaje en la Comunidad de Madrid. La primera mirada sobre este tema me lleva a retomar lo último que dije sobre él, porque no deja de ser curioso que ante dos informaciones sucesivas aparecidas en un mismo periódico, para la Presidenta de la Comunidad la primera no goce de ningún crédito precisamente por venir de ese medio y sin embargo la segunda goza de tanto como que se solicita inmediatamente la intervención de la fiscalia. ¿No habíamos quedado que no había que prestar atención a lo que ese periódico publicara? ¿Por qué habríamos de dar crédito a una información sí y a otra no, a conveniencia del Gobierno de la Comunidad?
Ahora bien, ningún análisis sobre este tema estaría completo sin una segunda mirada dirigida en esta ocasión no sobre los actores principales de este caso, sino sobre la forma en que las está publicando el periódico en cuestión. En primer lugar publica una información sobre una supuesta red de espionaje creada por Francisco Granados fundamentalmente para investigar escándalos de corrupción, con lo que se crea un cierto estado de opinión según el cual los investigados deben ser sospechosos de comportamientos deshonestos. Sin embargo en días sucesivos se publican seguimientos a diferentes integrantes del Gobierno de la Comunidad y del Ayuntamiento, y en ningún momento se dice que Granados sea el responsable, pero la sibilina forma de publicar ambas noticias deja en el subconsciente la posibilidad de que sea así. Además, es interesante el caso de Ignacio González porque la noticia se centra en el espionaje y de forma tangencial se deja caer que de los informes de seguimiento se podría desprender alguna duda sobre la honorabilidad del sujeto investigado, es decir, se intenta sembrar la semilla de una duda pero sin sembrarla directamente, sino lanzandola descuidadamente al viento a ver si hay suerte y cae en el lugar apropiado. No me cabe ninguna duda de que si el diario tuviese la menor sospecha de corrupción o deshonestidad del Vicepresidente lo anunciaría con fanfarrias y clarines, no de esta forma, por tanto cabe preguntarse hasta que punto es necesario, o mejor, ético, difundir el contenido de unos informes de origen tan discutible como oscuro cuando la noticia no es el contenido, sino su existencia. Cuando existe un comportamiento delictivo en el que cabe hablar de delincuente y de víctima, no es de recibo trasladar veladamente la deshonestidad a la víctima.
En el tercer capítulo, el espiado era Manuel Cobo, el Vicealcalde de Madrid, y aquí el periódico se tira directamente a la piscina titulando que el gobierno de Aguirre espió a Cobo. Y hoy, el cuarto capítulo, al exconsejero de Justicia que parecía ser afín a la dirección nacional de su partido, no a la autonómica. Es decir, una vez que se logra que la Presidenta trate el tema del espionaje, lo condene e inste a su investigación, se publican otros casos en los que se la presenta a ella o a sus subordinados como responsables. Sin duda cuando lo expone así tendrá indicios suficientes como para poder demostrar la afirmación si llegado el caso fuera necesario, nada que objetar si es así, pero de nuevo no es en el contenido, sino en los tiempos en lo que es discutible la actuación del periódico. Aparentemente no puede demostrar que fue Granados quien encargó el seguimiento a González y trata de que lo pensemos sin decirlo explicitamente emparedándolo entre casos que sí atribuye a la Comunidad, obteniendo de paso la impagable declaración de inadmisibilidad de estas prácticas por parte de aquella a quien después se le van a imputar, lo cual, por decirlo de forma clara, viene siendo un gol por la escuadra.
Decir que el proceder de El País en este caso está siendo poco elegante es obligado, como lo es exigir que se investigue a fondo el caso porque de confirmarse que desde la Comunidad se utilizaron fondos públicos para fines personales o partidistas y, además, para la comisión de delitos, sería gravísimo. Lo uno no quita lo otro.
Lo fundamental, desde luego, es que se esclarezcan las responsabilidades del delito, es decir, del espionaje, pero creo que también era interesante reflexionar un momento sobre el papel del periódico por la sencilla razón de que no deberíamos los ciudadanos consentir que se instrumentalizara políticamente nuestra legítima indignación. No pagamos impuestos para que con ellos se cometan delitos (si es que ha sido así), pero tampoco compramos periódicos para que nos manipulen (aunque eso es así a diario).

miércoles, 21 de enero de 2009

El abono estéril de la tercera España

Es difícil no sentir una cierta envidia de la imagen de unidad que se pudo contemplar ayer en la toma de posesión de Obama, da la sensación de que pudiendo existir oposición a cualquier decisión, como es lógico, no la hay a la institución, y sea éste duro o no, el lógico ejercicio de la oposición no parece, y hablo desde la distancia y desde un cierto desconocimiento, derivar en deslealtad más que en pequeños grupos residuales. Y si hablo de envidia es porque entiendo que en España ocurre algo diametralmente opuesto, el drama de nuestra clase política es que, teniendo como tenían entre los principales objetivos de la etapa democrática lograr la superación del cliché de las dos Españas, a día de hoy no sólo la polarización es tal que ambas gozan de muy buena salud, sino que en lugar de superar la división han conseguido la creación de una tercera España que avanza a un ritmo formidable y cuyas filas las engrosan los desencantados de la política en la misma medida que antisistemas y apolíticos variados. Esta tercera España podría muy bien ser el germen de la tan traída y llevada como necesaria revolución ciudadana, pero más bien es tierra abonada para el enraizamiento de populismos y falsos transversales con el ansia de poder como único principio.
Personalmente, hace tiempo que inicié el camino del alejamiento de la política, si bien intenté huir de él a través del luminoso destello de la aparición de Ciudadanos en el que creí ver la luz al final del túnel del desencanto, aunque ahora me parezca que el destello más bien provenía del último clavo ardiendo al que me así fugazmente y que ahora, para qué mentir, percibo un poco frío. Ha sido un experimento tan interesante como ilusionante y me resisto a pensar que al final pueda quedar en nada, pero hoy por hoy en lugar de liderar a esa tercera España encarnando cuanto de bueno hay en ella, languidece por culpa de batallas entre facciones, familias y quintas columnas empeñadas en tomar el control aun a costa de controlar a la postre un cadáver.
Mi actividad política residual se limitaba a mantener este blog. Me impuse la obligación de aportar textos a diario para iniciar a mi manera si no una cruzada al menos una batalla contra el sectarismo, y he tratado de mantenerme tal vez no ecuánime, porque un cierto grado de subjetividad es imposible de evitar, pero al menos no tendencioso y siempre argumentando mis opiniones. No parece que lo haya logrado, de modo que este blog también deja de tener sentido, así que ha llegado el momento de culminar el alejamiento personal de la política, de llevar mi peregrinaje a puerto y cerrar esta bitácora o al menos abrir un periodo de reflexión para ver si merece la pena continuar con ella. Tengo claro que si no aporta, aunque sea a un reducido número de personas, lo que pretendo transmitir con ella, desde luego no tiene ningún sentido mantenerla.
Agradezco a cuantos os habéis asomado cada día por aquí vuestro tiempo, vuestros comentarios y vuestra fidelidad, tal vez volvamos a encontrarnos en un futuro. Ojalá sea así.

martes, 20 de enero de 2009

Aguirre en El País de las maravillas

La respuesta de Esperanza Aguirre a los periodistas que le preguntaron por la supuesta trama de espionaje que habría organizado su consejero Francisco Granados, sobre la que por prudencia y sobre todo por respeto a la presunción de inocencia (lo cual no consiste en decir que es culpable pero sólo indirectamente o en voz baja, sino en considerarle inocente a todos los efectos) no conviene pronunciarse hasta que se sepa algo en firme, no deja de ser sintomática de la concepción extremadamente sectaria que tiene la Presidenta de la vida política. No tuvo más comentario que el hecho, público y notorio por otro lado, que esa información provenía del diario El País, por tanto no es necesario tomarse la molestia de desmentirlas siquiera, si provienen de tal fuente deben ser necesariamente falsas, según ella. Además, es curioso el argumento según el cual cuando El País tiene un problema, distrae la atención atacando al PP o al Gobierno de Madrid, no porque no sea cierto sino porque ¿desde que punto de vista se puede sostener que es un problema para un periódico publicar una entrevista con un ministro en la que éste deja jugosísimas declaraciones? ¿No se alegran los periódicos de lograr exclusivas? Pero la realidad, como tantas otras cosas, no deja de ser un detalle superfluo en la actividad política de Aguirre, ella vive en una realidad paralela en la que todo el que sea sospechoso de izquierdista o bien de derechista sin pedigree liberal no tiene no ya el beneficio de la duda, sino el derecho a ser tomado en cuenta. La fe ciega en la posesión de la verdad absoluta es lo que tiene. Es más cómodo y además cura en salud en previsión de futuras secuelas descalificar una información por quien la dice y no por lo que dice, hablar de la fuente para no hablar de la noticia. No habría estado de más que la presidenta hubiera dicho que nadie de su Gobierno ha hecho ni hará jamás algo como lo planteado, que además es condenable por antidemocrático, pero ha preferido atacar al mensajero antes que defender su propia honestidad, dando cancha innecesariamente a quien desee dudar de ella. Francamente, no lo entiendo, o mejor dicho, es fácil de entender aunque la explicación no sea edificante, pero en cualquier caso está a tiempo de rectificar y decir públicamente algo tan sencillo como "es mentira". Y demostrarlo, claro está.

lunes, 19 de enero de 2009

El embalse y Cajamadrid

Vasili Grossman señalaba en "Todo fluye", en referencia a su país, la "atroz sencillez" con que éste "devora a sus hijos". España en esto no le va a la zaga a su patria rusa, tenemos una cierta facilidad para pasar a nuestros personajes públicos directamente de los altares al desván sin más desvío ni parada que la vituperación y el insulto. Tenía previsto dedicar unas palabras a defender la libertad de Soraya Saenz de Santamaría a posar como le viniera en gana, pero visto el cariz tabernario de algunas de las críticas que la portavoz ha recibido por parte de los guardianes del tarro de las esencias ultramontanas (a destacar a los inefables Pío Moa y César Vidal), que han situado este debate que nunca debería haber existido muy por debajo de la dignidad de cualquier persona bien nacida, creo que es mucho mejor dedicar mis esfuerzos a algún otro tema.
Se me ocurre que ese otro tema, para que la entrada goce de una cierta continuidad, bien podría ser el anuncio de Tomás Gómez de abrir expediente a los consejeros de Cajamadrid que fueron nombrados a propuesta de su partido y no han respetado una disciplina de voto que a todas luces no estaban obligados a respetar, algo que se reconoció desde el propio PSM al decir que se hacía saber a los consejeros la opinión del partido, pero en modo alguno se les ordenaba nada en relación al sentido de su voto. ¿Y porqué dos temas tan diferentes están relacionados? Pues porque en ambos hablamos de las mismas dos cosas: hipocresía y falta de libertad, entendida en el segundo caso como ausencia de democracia interna, el principal mal que aqueja a la práctica totalidad de los partidos políticos. Por continuar citando a Grossman, éste decía que "hay una fuerza satánica en prohibir, en reprimir. Apresada por el dique el agua de los ríos y de los torrentes, manifiesta una fuerza misteriosa, oscura. Esta fuerza oscura escondida en el chapoteo amable, en los reflejos de los rayos de sol, en la oscilación de los nenúfares, de repente descubre la maldad implacable del agua, que destruye las piedras e imulsa las aspas de la turbina a una velocidad de locura". Esa es la impresión que uno tiene cuando observa a los grandes partidos, cuando no pasa nada se ve en ellos la calma inquietante de los embalses, como mirar un cuadro de Hopper en el que todo parece apacible pero sin saber porqué se tiene la seguridad de que algo turbio hay detrás, y cuando esa calma se rompe por cualquier motivo, el agua desata su poder destructor arrasando con cuanto encuentra a su paso. El interés público en primer lugar. La ausencia de democracia interna es el dique que los partidos poner a la libertad individual de sus militantes, los dirigentes no quieren personas brillantes que piensen por sí mismas, sino peones que disciplinadamente aprieten el botón que se les diga en cada caso y sin más capacidad intelectual que la de ser capaces de interpretar la señal que en todo momento se les haga para saber si decir sí o decir no. Ayer vi en un documental sobre Arabia Saudí que habían sustituido a los jockeys de las carreras de camellos (niños, tradicionalmente) por unos ingenios mecánicos que, accionados a distancia, usaban la fusta cuando el jeque de turno, que seguía la carrera desde su todoterreno en una pista paralela a la de la carrera, así lo estimaba oportuno. Propongo a los señores Rajoy y Zapatero (fundamentalmente, pero desde luego no sólo a ellos) que se interesen por la patente porque a lo mejor el invento es fácil de adaptar y pueden sustituir a los diputados , a los consejeros, a los concejales y, visto lo visto incluso a los ministros por ingenios mecánimos que hagan lo que ellos desean sin margen posible de error.
Sin embargo, aunque esta apertura de expediente es una nueva manifestación de un mal endémico de nuestros partidos, no por repetido y esperable menos grave, lo verdaderamente llamativo es hasta qué punto los partidos politizan todo aquello que tocan hasta convertirlo en una simple faceta de la batalla partidista, aunque en este caso podría denominarse batalla tribal ya que ésta no se plantea entre partidos diferentes, sino entre familias del mismo partido. Si es cierto que Rajoy demuestra su escaso liderazgo, más grave es el espectáculo de irresponsabilidad que protagonizan Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón con cualquier excusa, y si con ello desestabilizan una entidad tan importante como Cajamadrid, lo dan por bien empleado porque todo, absolutamente todo, es sacrificable en aras a lograr cien gramos más de poder que el otro. Es lamentable comprobar una vez más que todos somos peones para determinados políticos, pero es especialmente aterrador comprobar la impasible frialdad y la irresponsabilidad de quienes nos manejan a su antojo.

viernes, 16 de enero de 2009

Los cinco millones

Ayer, en el programa Asuntos Propios de RNE, escuche a don Juan Carlos Rodríguez Ibarra, alguien con quien tengo la sana costumbre de no acostumbrar a coincidir al menos en la forma, decir algo que debo compartir y, consecuentemente, contribuir por modestamente que sea a su difusión. Decía el expresidente extremeño que comenzaba a irritarle que le preguntaran tanto por el conflicto de Gaza, que contaba a la hora del programa con unas mil víctimas, hoy más, cuando había otros como el del Congo que ya contaba con 5 millones de ellas y sin embargo permanecía en un discreto segundo plano de la actualidad informativa.

5 millones de víctimas.


jueves, 15 de enero de 2009

Frío

Aunque mi rusofilia tenga poco que ver con sus dirigentes, ni actuales ni históricos, incluso diría que con ningún ruso conocido vivo (no hace faltan falta profundos estudios para concluir que Putin no es Tolstoi ni Medvedev Chejov o que la conciencia crítica, independiente y humanista de Solzhenitsyn o Grossman constituyen hoy día más una rareza histórica que un rasgo idiosincrático de la Rusia actual), supongo que no puedo evitar una cierta subjetividad cuando veo en las noticias que leo sobre la crisis del gas natural un cierto peso de la prueba mayor en Ucrania, dentro de la indudable responsabilidad de ambos. Sin embargo, a efectos de este comentario, no parece extraordinariamente relevante que uno u otro estados tengan cien gramos más de responsabilidad que el otro, porque lo que me preocupa (en segundo lugar, claro, porque en primero está la demencial, inceptable y gravísima situación a la que se están viendo abocados centenares de miles de ciudadanos) es básicamente la incapacidad de la UE para solucionar los problemas de sus ciudadanos, su escaso peso como negociador internacional y su parálisis para tomar decisiones urgentes.
Sea como fuere, las noticias que llegan del este de europa son alarmantes y no parece de recibo que la UE deba resignarse a ser rehén de un conflicto entre dos países con tan marcada tendencia natural al enfrentamiento. Si bien no es responsable de la actual situación, sí lo será de las futuras si no comienza a buscar alternativas energéticas inmediatamente para disminuir su dependencia de fuentes contrastadamente no confiables.

miércoles, 14 de enero de 2009

Huelga de principios

Dada la situación económica que padecemos sería lógico e irreprochable un cierto nivel de movilización social, desde luego no seré yo quien le niegue el derecho de huelga y/o de manifestación a ningún ciudadano, pero paradójicamente ésta se está dando no entre los parados, la gente de la construcción, los becarios, en fin, entre aquellos que han quedado en una situación más precaria con la actual crisis, sino que quienes amenazan con la huelga o la ejercen de forma encubierta son precisamente jueces y pilotos de Iberia, colectivos que, como todo el mundo sabe, tienen sueldos y condiciones laborales marcadamente desfavorables en su comparación con el común de los mortales, ¡qué duda cabe!
No deja de ser sorprendente que en situaciones de crisis sean precisamente quienes más se ven afectados los que tengan que dar mayores muestras de responsabilidad, mientras que aquellos que gozan de una situación privilegiada, desde cualquier punto de vista que se mire, sean quienes se permitan el lujo de ejercer su legítimo derecho a la huelga (doctores tiene la iglesia que dudan de dicha legitimidad en el caso de los jueces, y otros que la respaldan, yo lo desconozco) basándose más que en reivindicaciones laborales justas, en su desmedida soberbia los unos y en su desmedida codicia los otros. Tampoco es que ambos casos sean equiparables más que en su irresponsabilidad y el daño que causan a los ciudadanos, los jueces sí que tienen una sobrecarga de trabajo en algunos casos irracional y al menos avisan de sus intenciones, no lo hacen cobardemente y de forma encubierta como los pilotos.
El derecho a la huelga es un pilar fundamental de nuestro sistema constitucional, no está en entredicho ni debe estarlo jamás, pero estas huelgas en concreto más que a ejercicio responsable de los derechos de los trabajadores suenan a broma macabra de tan mal gusto como escasa oportunidad.

martes, 13 de enero de 2009

La defensa ¿proporcionada?

Resume D. Mariano Rajoy su postura sobre el conflicto de Gaza en tres ejes fundamentales, a saber, la tregua la ha roto Hamás, Israel tiene derecho a defenderse y esta defensa debe ser proporcionada. Así enunciados estos tres puntos parece claro que en opinión del señor Rajoy la ofensiva, y digo ofensiva, de Israel en Gaza es una legítima operación defensiva y proporcionada, ¡y luego se atreve a decir que el gobierno hace mal en tomar partido! ¿Y que ha hecho él sino tomar partido? Porque nadie duda que Hamás es un grupo terrorista y como tal se le condena, pero las víctimas de esta acción militar son mayoritariamente civiles, no terroristas de Hamás. Porque nadie duda que Israel, como todo el mundo, tiene derecho a la defensa, ¡faltaría más!, pero esto es un ataque. Pero sobre todo nadie duda, o nadie debería dudar, que esta ofensiva está siendo completamente desproporcionada, o si no, ¿cual piensa D. Mariano que es la proporción de víctimas adecuada?¿500:1, tal vez?¿Qué relación matemática considera apropiada el señor Rajoy para ponderar adecuadamente el valor de la vida de los palestinos frente a la de los israelíes?
El lanzamiento de cohetes por parte de Hamás es tan condenable como condenado, al menos lo es en occidente, y nadie debería pensar que exigir el fin de una masacre de civiles supone justificar en modo alguno el terrorismo de Hamás, pero no ocurre lo mismo con Israel, cuyos ataques son más condenables que condenados, y no sólo son condenables por la desproporción, sino porque Israel es un Estado democrático al que le son exigibles unas determinadas garantías, una escrupulosa observancia de la declaración de los derechos humanos para empezar, algo, el calificativo de democrático, que, desgraciadamente, hoy por hoy no se puede decir desde luego de Hamás, pero acaso ni siquiera de la Autoridad Nacional Palestina.

lunes, 12 de enero de 2009

La pescadilla caníbal

Parece que quienes aquí se rasgan las vestiduras y acusan de equidistancia entre victimas y verdugos a todos aquellos que no suscriben hasta la última coma de la literalidad de sus propuestas, que no de sus ideas, se escandalizan ahora porque el Presidente del Gobierno exija el fin de la ofensiva militar en Gaza únicamente a Israel, no a Palestina. Diría, permítaseme la obviedad digna de Perogrullo, que se puede exigir que termine algo a aquel que lo empieza, a aquel que lo pone en práctica, no a quien padece sus efectos y sí, en Palestina existen terrorismo y corrupción generalizada, pero eso ni justifica ni explica la intolerable actuación de Israel, que no es defensiva, sino ofensiva, que no se dirige contra objetivos militares, sino que es indiscriminada y ha costado la vida de numerosos civiles. El conflicto de oriente medio es una pescadilla que se muerde la cola, no cabe duda, es difícil discernir si el terrorismo se magnifica como consecuencia de las politicas israelíes o estas se radicalizan a consecuiencia del terrorismo, o ambas cosas a la vez, pero con actuaciones como esta lo que queda claro es que hay alguien con muchos más dientes para morder la cola o lo que haga falta.

viernes, 9 de enero de 2009

El abono transporte de Dios

Si tuviera dinero suficiente como para desperdiciarlo, probablemente contrataría publicidad en un autobús que dijera algo así como "disfruta de la vida, para el caso que Dios exista o no es irrelevante". Y según estuviera de humor o no coronaría el eslogan con una de esas lapidarias frases hispanas tan contundentes como, con perdón, "¿que tendrán que ver los cojones para comer trigo?" Vaya por delante, o por detrás, según se mire, que no tengo absolutamente nada en contra desde ningún punto de vista en que organizaciones privadas utilicen su dinero en publicitar sus convicciones sean éstas las que sean, siempre que respeten los derechos fundamentales de los ciudadanos, lo que no termino de entender de esta campaña publicitaria que tiene como soporte a los autobuses de Madrid y Barcelona es la idea subyacente en ambos casos (probablemente dios no existe, disfruta de la vida y Dios sí existe, disfruta de la vida en Cristo) según la cual quien no comparte las convicciones del anunciante no disfruta plenamente de la vida. Es cierto que las religiones, por definición, al imponer un determinado sistema de valores restringen en cierto modo la libertad de acción de sus fieles, pero esas restricciones son aceptadas libre y voluntariamente, cuando lo son, y dudo que impidan disfrutar de la vida a quienes las contemplan, es más, muchos la disfrutan precisamente porque lo hacen, puesto que el mero hecho de hacerlo ya contribuye a su felicidad. Por otro lado, quien más quien menos entre ateos y agnósticos tenemos nuestro propio sistema de valores, sea personal o común a un grupo determinado, y por las mismas razones ello ni nos impide disfrutar de la vida ni nos hace hacerlo más.
Me alegra enormemente que exista una comunidad de ateos que haya decidido gastar su dinero en hacer visible su condición en la sociedad, es muy sano y además comparto tanto sus convicciones como su preocupación, aunque tal vez el lema escogido para hacerlo no sea el más afortunado. Respeto igualmente la necesidad de cualquier grupo religioso, en este caso evangélico, creo, de hacer lo propio, aunque hubiera sido deseable que lo hiciera en positivo y no como respuesta a una campaña previa por la que es pueril sentirse aludido.
En cualquier caso dudo que nadie cambie de convicciones personales por ver uno de estos lemas en un autobús, sin embargo, si se aceptan estas campañas con total naturalidad y respeto mutuo algo bueno habremos sacado de ellas, porque se trata de eso, de respetar las convicciones ajenas que al fin y al cabo no dejan de pertenecer a la esfera privada de cada uno, lo cual no excluye un cierto grado de proselitismo por el que nadie debe sentirse agredido.

jueves, 8 de enero de 2009

La insoportable arrogancia del ex-presidente

Vivimos una época de confusión en la que, por ejemplo, la mayor indemnización de la historia de Europa por acoso escolar se deberá pagar por no haber impedido que un niño recibiera "doce bofetones" cuando ha habido casos en los que al acosado la inacción de su colegio le ha costado su propia vida, se ve que no son los hechos en sí mismos sino la influencia de los padres o los acusados el factor verdaderamente determinante a la hora de emitir sentencias en este país. La justicia es ciega, sí, pero selectivamente, elige muy bien lo que quiere ver y lo que no.
Afortunadamente, en épocas de penumbra siempre hay mentes preclaras que despejan dudas y muestran el camino recto, como el ex-presidente Aznar, quien ha tenido a bien explicarnos (a nosotros y a todos los ciudadanos estadounidenses) que el presidente electo en EE.UU. en el proceso con mayor participación ciudadana es un "exotismo histórico" y un "previsible desastre económico", mientras que Bush, responsable de varios de los mayores escándalos de la historia moderna, sea desde el punto de vista moral (aprobación explícita de la tortura o guerra preventiva basada en mentiras) o económico (crisis subprime, recesión, paro) es por el contrario un gran estadista que sufre, injustamente, la hora de la ingratitud por parte de sus ciudadanos. Ya sabíamos que para este librepensador la voluntad popular de los ciudadanos españoles no es merecedora de ningún respeto, lo que no sabíamos es que la de los de Estados Unidos, país al que tanto admira, tampoco. Sin embargo son muy útiles estas declaraciones de nuestro ex-presidente, no porque aporten nada al debate de los temas que trata, sino porque arrojan una luz verdaderamente impagable sobre la naturaleza de quien las perpetra, a fin de cuentas, él mejor que nadie tiene razones para creer que la soberanía popular expresada a través de las urnas no es infalible, él mismo es la prueba viviente de ello.

miércoles, 7 de enero de 2009

Israel

Una gran parte de la humanidad trata de mantener vivo durante un cierto tiempo el espejismo de la importancia del cambio de año en sus vidas, esa suerte de optimismo transformado en buenos propósitos que son fugaces, nadie lo desconoce, pero que al menos permite durante unos días mantener la ilusión de que el ser humano es consciente de sus errores y en cierto modo quisiera enmendarlos. Pero este año parece haber sido diferente al menos en Israel, no porque no se hayan cumplido unos buenos propósitos que en su caso habrían sido una muestra de hipocresía, sino por la absoluta ausencia de estos materializada en su voluntad de acabar un año y empezar el siguiente aplicando las políticas jingoístas y genocidas que le han llevado a disputar el trono de lo que Chomsky llamaba "estados gamberros" al mismísimo Estados Unidos.
Resulta llamativo el silencio de Obama, o mejor dicho, su aparente indiferencia. Sé lo que está pasando, dice, y ya diré lo que opino a partir del día 20, como si sólo los presidentes en ejercicio tuvieran el deber moral de opinar, de denunciar la injusticia, de comportarse como seres humanos decentes. Me temo que confía en que llegada la fecha de su posesión haya acabado la fase puramente militar de este nuevo conflicto y se pueda ahorrar la condena, y eso sería una cobardía francamente decepcionante, o sustituir la condena al agresor por una genérica lamentación sobre los conflictos armados, como parecen sugerir las declaraciones en las que lamente "las muertes en Gaza e Israel". Todos lamentamos cualquier muerte, incluso si acaece por causas naturales, pero se trata que quienes tienen responsabilidades públicas deben ir más allá de la lástima y buscar a los culpables y denunciarlos ante la sociedad.
Lo peor de la mal llamada guerra contra el terrorismo es hasta qué punto las democracias occidentales han aparcado sus principios fundamentales y fundacionales mediante el todo vale de las guerras preventivas y las torturas toleradas, esa ignominia a la que nos hemos visto arrastrados no por los terroristas, sino por nuestros propios falsos profetas. Si occidente está en guerra con los terroristas y el objetivo de éstos es la destrucción de las democracias occidentales, hay que reconocer que van por buen camino porque una democracia que no respeta la legalidad internacional ni los derechos humanos, mal merece lucir ese nombre. No conviene llamarle guerra porque si lo fuera, no cabe duda que Gaza, como Guantánamo e Irak, son pruebas fehacientes de que la vamos perdiendo.